Las cuatro lunas y el sacerdote neonazi

Por: Rafael Humberto Guerrero Jaimes, columnista invitado

En plena luna, caminaba un sabio abuelito, con su pequeño nieto. Mira la luna es bella y plena y está ya madura, opinó el abuelo.

-Se reventara de lo madura, abuelo-pregunto Raffagas.

-Es posible, pequeño. Es posible.

-Cuéntame, abuelo ¿Ha pasado alguna vez?

-No solo una vez. Esta, que tú ves, es nuestra cuarta luna.

-Cuéntame, abuelo, cuéntame ¿Es verdad o es solo una divertida historia?

-No es divertida y no sé si sea verdad. Esta historia, me lo contó también mi propio abuelo: había una vez un rey perverso y asesino. Él quería exterminar a casi todos los hombre de su tiempo.

Quería-continuo el abuelo-eliminar a las razas impuras, según su parecer. Así organizó una gran guerra, en la que participaron muchos, muchos reinos. El malvado rey, no estaba solo. Tenía consejeros y sacerdotes, que lo seguían y orientaban. Uno de ellos el sacerdote sagrado, predicaba el culto a las cuatro lunas: manifestaba que la primera luna creció y maduró hasta reventar y cayó sobre la Tierra en forma de fuego y de hielo. Esto sucedió hace miles, miles de años. Luego volvió una nueva luna y también maduró y cayó. Y así sucedió por una vez más. En total, pequeño, ésta inmensa luna plena es nuestra cuarta luna y también caerá según narra la leyenda.

-Abuelo, que pasó con el rey malvado.

-Perdió la guerra de los reinos y murió. Pero, dejó sembrada semillas de malvadas. Quiera Dios que no germinen…

Años más tarde, el pequeño leyó la historia y recordó a su abuelo.

Hitler, no estaba solo. Tenía a su alrededor un sequito de científicos, militares y sacerdotes, quienes estructuraban las razones étnicas, sociales, económicas y religiosas para justificar el proceso nazi. Así Martin Bormann, militar y director del NSDAP; Paul Joseph Goebbels, ministro de propaganda y canciller; Heinrich Himmler, Reichsfuhrer y Gruppenfuhrer de la SA; Rudolf Hess, asesor personal del Fuhrer en doctrina nazi y finalmente otro austriaco de atar y de admirar por su imaginación, Hans Horbiger, el sacerdote nacionalsocialista.

Horbiger el profeta nazi, considerado por los nacionalsocialistas como el Copérnico del siglo XX, fundamentaba su teoría cósmica, en una permanente contraposición de fuerzas opuestas: el hielo y el fuego, y las fuerzas estelares de atracción y reacción. Con estos pilares la teoría horbigeriana explican los orígenes del universo y de la tierra. Y la vida y evolución de las especies terrestres, las explica también por el advenimiento y destrucción en serie de cuatro lunas. Una luna, por cada periodo geológico. La primera y la segunda luna con presencia hace millones de años, la tercera hace ciento cincuenta millones y la última, muy nueva, con tan solo doce mil años.

Según el sacerdote nazi, por acción de la fuerza gravitatoria, cada luna inicia con el tiempo un movimiento espiral progresivo y termina cayendo en forma de bloques y capas de hielo sobre la superficie de la Tierra. En los años sin luna, las especies eran degeneradas y en los miles de años de lunas plenas próximas a caer, en particular en la segunda y tercera luna aparecieron los gigantes y también la Antártida, con ubicación en Tiahuanaco (Bolivia), México, Abisinia y Nueva Guinea. Para Horbiger la raza aria, bajó en forma de hombres superiores de las montañas de Abisinia y debe ser conservada como raza dominante de la humanidad. En ésta delirante tesis se basó Hitler, con sus fanáticos paranoicos para dar la guerra al mundo occidental y para justificar el holocausto judío.

Y aunque parezca increíble todos los nazis adoptaron y creyeron a “pies juntillas” toda la teoría de Hans Horbiger, y con ese postulado de “raza superior”, siguieron al “guardián de los infiernos” en su demencial conflicto universal.  Y todavía, por todo el planeta se encuentran nazis fanáticos, creyentes de la teoría hobigeriana. Dios nos libre del resurgimiento de un nuevo grupo de orates perversos nacionalsocialistas, en cualquier parte del mundo. Pero que los hay, los hay…

…y si los hay. En Chile revive en cabeza de un fanático neonazi la teoría de “La Revolución Molecular Disipada”. “Las manifestaciones pacíficas son caldo de cultivo para que el pueblo genere revoluciones y se encube la subversión para tumbar a los gobiernos de derecha. En tal razón, deben reprimirse con violencia”. Y el expresidente Uribe Vélez, la trajo al escenario-2020-nacional como un campazo de alerta vrs las marchas de la Primera Línea. Y justo ahora, en las marchas protesta de la ultraderecha contra las reformas estructurales del gobierno del Cambio y de Colombia Potencia Mundial de la Vida, aparecen, voces aisladas-eso esperamos- de “Gatas Ango-Cacri”, con tendencia neonazis, predicando violencia y racismo. Se les alcanza a notar su esvástica. Muy grave, sería para Colombia el resurgimiento, entre fachos de relictos neonazis. Muy grave…