Se logró la ubicación y destrucción de una piscina ilegal para el almacenamiento de hidrocarburos hurtados, la cual pertenecía al grupo E33.
Esta piscina ilegal, tenía una capacidad de almacenamiento de 3.170 galones de crudo y fue ubicada en la vereda M-14 de Tibú, cuyas especificaciones corresponden a dos metros de ancho por tres metros de profundidad, y representaba uno de los pozos ilegales más importantes de esta estructura criminal dedicada al negocio del narcotráfico.
De igual forma, es importante resaltar que, para el funcionamiento de este complejo ilegal, se hacía necesario abundante metraje de mangueras de diferentes dimensiones, las cuales iban conectados a la línea de transferencia que destilaba el crudo y lograba el tratamiento de este hidrocarburo.
Tras la verificación del material y la estructura, se procedió a la destrucción de forma controlada para evitar daños al medio ambiente.