Por: Rafael Romero Moreno, Consultor en Gestión Pública y Seguridad Vial, , columnista invitado
Es tal el descaro, cinismo y desfachatez de una gran mayoría de congresistas que ya ni vale la pena tratarlos como hampones, porque para ellos esos son halagos.
La decisión descarada de suspender los efectos de la Ley de Garantías, justo antes de unos meses de un proceso electoral, no es otra cosa que el alarido desesperado de una jauría de congresistas que sabe con meridiana certeza que para las próximas elecciones no la tienen fácil y no les queda de otra que salir a comprar votos al doble de precio porque ya ni en sus propias casas les creen o todos son igual de hampones.
Lo grave del problema es que todos los colombianos sabemos de la calaña que son, pero aun así, muchos irresponsables y también corruptos siguen votando por ellos a cambio de un billetico de cien mil barritas. Otros, desesperados por la necesidad, tienen que aportar no menos de 25 votos a cambio de un puestico OPS por tres meses en una entidad pública y otros que son los que tradicionalmente se conocen como “lideres” no son más que traficantes de votos que los venden en masa y por “combo” al mejor postor.
Semejante decisión no es otra cosa que permitirle a los alcaldes y gobernadores realizar “convenios administrativos” para contratar con un tercero (testaferro) las obras y servicios que favorezcan económicamente al congresista que “agencia” o “consigue” los recursos.
Semejante concierto delictivo es auspiciado y patrocinado por el otro canalla e incompetente del Presidente Duque, quien en el año 2015 gritaba a voz en cuello que semejante medida era lo peor contra la democracia. Hoy ya no piensa así, de hecho cree todo lo contrario.
La clase política tradicional y enmermelada sabe que no van a conseguir ni un solo voto de opinión, que la única manera de garantizar sus curules es comprando votos o asegurando puesticos de OPS por tres meses porque se resto, y estoy seguro, hasta los hijos les cobran por ir a votar por sus papas.
Nosotros, los que siempre hemos sido críticos, reflexivos y honestos con el ejercicio del voto, estamos cansados que sean los mismos hampones los que con sus tulas llenas de dinero compren conciencias y amores electorales. Por eso le toca a usted, amigo abstencionista, que por una sola vez en su irresponsable vida política, salga a votar y saquemos entre todos a esa jauría de hienas que se nutren de la miseria, la corrupción, el clientelismo y todas las porquerías de un sistema democrático que solo los favorece a ellos, porque usted amigo abstencionista le vale huevo quien lo robe a usted mismo y quien condene, inclusive a su misma familia, a tanta desigualdad, inequidad, inseguridad y pobreza.
De cada 100 personas aptas para votar sólo votan 45; de esos 45 que votaron, 30 venden el voto y entre esos 15 que quedan estoy yo, mamado de protestar porque a sumercé, amigo abstencionista, que se las tira de decente y “apolítico” le vale huevo que le robe el pan de su misma mesa a cuenta de su irresponsable decencia y sacaculismo electoral.
PDTA: En serio ando muy enojado.