Por: Rafael Humberto Guerrero Jaimes, columnista invitado
El Taller del librepensamiento cumple ocho años. Ya se convierte en un patrimonio cultural, que vale la pena conservar e impulsar.
Miremos por el espejo retrovisor de nuestra historia: el 18 de mayo de 1875, la bella villa-“derrochó riqueza y belleza, hasta cansar los ojos”, de San José de Cúcuta-a propósito, hoy se cumple el bicentenario de La Gran Colombia, estructurada en el Congreso de Cúcuta el 6 de octubre de 1821-, fue literalmente borrada del mapa por un intenso terremoto. No quedo nada en pie y fallecieron, en ese insuceso seis mil de sus doce mil pobladores. Sin embargo, como el ave Fénix, la ciudad rebrotó de las ceniza-“Surge et Ambula”-, y una nueva Cúcuta pario de las entrañas del desastre. Un ingeniero merideño don Francisco de paula Andrade Troconis fue su reconstructor y más tarde, fue el responsable de su progreso acelerado: ferrocarril al Zulia y salida al lago de Maracaibo; carretera a Pamplona; hospital, universidad, periódico y más y más. En tal virtud los cucuteños en nuestro pasado, estamos cosidos en una eterna medalla de gratitud al pecho de ese ilustre ingeniero venezolano.
En esa razón el nombre del modesto taller, en tributo de gratitud y aprecio.
La política, no puede, no debe ser una simple alianza aritmética o una componenda mecánica de sumatoria de votos, con cero plataformas programáticas. No, esa informalidad en el ejercicio político llevo al país a tocar fondo, ahora con un establecimiento y un sistema integral corrupto hasta los tuétanos. La política debe regresar al sano y edificante ejercicio de las ideas; debe mirar con certeza hacia el firmamento ideologice y hacia las canteras conceptuales. Quiere decir, se debe dignificar la actividad y el proselitismo político, en todos sus órdenes y en todas las diferentes vertientes de pensamiento. Así la tolerancia y el pluralismo, postulado en su tiempo por Voltaire-pobre Voltaire, exclamaría un connotado estratega informático argentino-, debe ser los pilares y las bases de fundamento y sustento de las diversas concepciones políticas o de pensamiento ilustrativo. En ese orden de ideas, cobran vigencia todos los centros de estudio, los institutos ideológicos, los talleres de librepensamiento y más, que tengan el espíritu democrático y participativo de la apertura conceptual de las sabanas abiertas y no la rigidez de las cavernas ortodoxas, atadas a la sumisión de una sola forma de orientación o desorientación política.
Nuestro taller, hoy cumpleañero, pretende cumplir con esa finalidad de “aduana de paso” del pensamiento libre, orientada sí por tres guías conceptuales: primero por un Desarrollo Humano Sostenible: un desarrollo productivo sí, pero con armonía y equilibrio con todas las variables del medio: social, económica, biofísica, ambiental y funcional, con especial énfasis en la protección de la población vulnerable y en los ecosistemas sensibles, sin agotar la oferta presente de recursos para brindar claras oportunidades a las nuevas generaciones. Una segunda base de orientación, es un medio ambiente redefinido, bajo la premisa de Hermelín: “La naturaleza, al igual, que el dios romano Jano, tiene dos caras: una sonriente, que debemos proteger y una iracunda, de la que debemos defendernos; pero cualquier rito ejercido sobre uno de los rostros, tendrá repercusiones inmediatas sobre el otro”. Un tercer principio es elemental del librepensamiento: la tolerancia y en pluralismo, realmente participativo y democrático.
Es bien importante, recordar a los fundadores del TLP-Francisco de Paula Andrade Troconis: Gilberto Donado Grimaldo-Don Grim, maravilloso poeta y fabulista-, Jesús Hernando Guerrero Moreno-Economista, especialista en comunicación asertiva-, Eduardo Cortes Barrero-sociólogo-social-demócrata y Rafael Humberto Guerrero Jaimes-ingeniero consultor-. A escenario presente el TLP, subsiste, sin sede, solo en las redes sociales: un grupo Facebook, así denominado, y un grupo whatsApp multitemáticos y nacional. El TLP más que un centro de estudios y de opinión es un estilo de vida. Enhorabuena por su subsistencia.
